miércoles, 8 de octubre de 2014

fortaleza de santa catalina


De repente miro hacia el Puerto.

Ya era hora de que mostrará e indagará sobre los elementos del Puerto de Santa María que más me llaman la atención, no sólo estéticamente, sino por su desconocimiento, o al menos el mío, por su historia, por lo que es, por lo que ha sido y por lo que puede llegar a ser.

Pronto, y digo pronto siendo confiada, positiva e irrealista, comenzaré una investigación, o por lo menos, una búsqueda documental sobre algo que siempre me ha llamado la atención, que me tiene encandilada de esta ciudad que poco a poco se echa a perder.
No es casualidad que esta entrada coincida con la celebración del festival Monkey Week en la ciudad, es necesario. Tenemos la suerte, y digo tenemos porque yo al menos la tengo, de vivir en una ciudad que es capaz de ofrecernos un sinfín de posibilidades a la par que es igual de frustrarlas.

ZAS, como el golpe en seco al matar una mosca.


El Puerto de Santa María es la viva imagen de aquello que quiere ser, que no dejan ser y que, finalmente, no será. Ojalá me equivoque, es más, ansío equivocarme. 

Con esta entrada comienzo lo que será una serie de entradas sobre El fuerte de Santa Catalina, o más conocido como La muralla de el Puerto de Santa María. Esta primera entrada es una toma de contacto, una contextualización del tan fotografiado Castillo de Santa Catalina que, este año, ha sido hasta telón de fondo de una campaña de Loewe.

ortofoto extrída de google earth y modificada por littlewall
                   El fuerte de Santa Catalina se encuentra a la entrada de la bahía de Cádiz, en el municipio de El Puerto de Santa María, provincia de Cádiz.

Construido en el siglo XVIII con planimetría poligonal se encargaba de la defensa de la bahía. Al sur, la defendía mediante una línea de baterías orientadas que podía contener hasta 15 piezas de artillería, hacia la entrada de la bahía tenía un flanco orientado que podría contener hasta 6 piezas de artillería. Desde una torre independiente, próxima al fuerte se podía divisar la amplia boca de la bahía.

En el solar que ocupa el castillo sabemos que hay una villa romana, con su alfar. También se encontraba la Ermita de Santa Catalina, de la cual no podemos establecer la fecha de fundación, si bien hay documentos que la mencionan en el año 1525.
A su lado, vigilante, se encuentre la Torre del mismo nombre, típica torre costera, cilíndrica, construida en el  siglo XVI.

Estas edificaciones militares cumplían la función defensiva de la Bahía junto con las fortificaciones de la ciudad de Cádiz, situadas al otro lado del mar (El Castillo de Santa Catalina fue mandado construir, tras el asalto anglo-holandés de 1596, por Felipe II).
Al igual que todas las fortalezas españolas fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) bajo la protección genérica del decreto de 1949, y más tarde por las leyes de Patrimonio Histórico.

ortofoto extrída de google earth y modificada por littlewall

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Actualmente, se encuentra en estado de ruina, sólo se conservan restos de la muralla que dan nombre a la playa colindante, pero sigue siendo un enclave privilegiado para disfrutar de las vistas y del mar. Además cuando se producen los movimientos de mareas podemos disfrutar de las piscinas naturales que se generan en torno al mismo, no solo paisaje militar sino natural. Un espacio abandonado, como tantos otros de la ciudad, que tiene un valor que, muchas veces, no sabemos o no queremos apreciar.

En la próxima entrada os mostraré mucha más información sobre este Fuerte, poco a poco, en pequeñas dosis, para que ,al igual que yo, lo redescubráis.


littlewall

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